La joya de su pena
- grupoclinicosigno
- 19 ene 2023
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 20 ene 2023
Reflexión a partir de un texto de Pedro Lemebel.

"Nada es perfecto, se dijo cerrando la puerta, poniendo las flores en agua, abriendo todas las llaves para que ese repicar de cataratas soltara el nudo fluvial que se agolpaba en su pecho...
...Es como devolver perlas al mar, concluyó sacudiendo las flores, esparciendo chispas de vidrio en el aire carnavalizado por su gesto travestí. Carlos no se merece ni una lágrima, ni una gota, de ninguna manera desperdiciar la joya de su pena".
La Loca del frente –personaje principal de la novela— intuye algo que pocos saben: su pena es una joya y en el sufrir puede haber algo valioso. Por eso no se entrega a cualquier pesar y por eso puede atesorar aquello que lo merezca.
Dar valor a la pena es entonces lo contrario a que algo "valga la pena". Porque para que algo “valga la pena” se obliga a justificar el dolor por un fin futuro. En tanto que, para que "la pena valga", es el hecho penoso el que tiene que estar a la altura del pesar.
La Loca del frente invierte la relación entre alegría y tristeza, en la que la primera se entendía como remedio de la segunda. Su sabiduría está en saber que la alegría es sólo el olvido pasajero del fatal paso del tiempo, mientras que la pena su compañera.
Parece ajena a esta cultura inherentemente triste y que por lo mismo obliga a la alegría. Y allí se juega su fuerza, pues todos sus infortunios resultan incapaces de arrebatarle su esencial alegría: con ella es la pena lo que “vale la pena”.
"En el viaje de regreso casi no hablaron. Ella se quedó dormida junto a la ventana
y él la tapó con su pullover color pimienta. En realidad ella no dormía, solamente
había cerrado los ojos para reponerse de tanta dicha y poder retornar sin drama a su realidad. Era mucho para un solo día, demasiadas emociones agolpándose en su
pecho y prefería no hablar, no decir nada para no entorpecer esa alegría".
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